¿Qué significa UNIGÉNITO "Monogenés"?
Divinidad de Cristo • Sermon • Submitted • Presented
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La palabra unigénito en el Nuevo Testamento ha causado algunos malentendidos. Arrio usaba esta palabra para insistir en que Jesús era un ser creado: el primer ser creado. La palabra de la cual deriva la palabra unigénito en español es monogenés. Esta palabra se encuentra nueve veces en el Nuevo Testamento, cinco de ellas en referencia a Jesús: Juan 1:14, 18; 3:16, 18 y 1 Juan 4:9, y cuatro veces refiriéndose a otras personas: al hijo de la viuda de Naín (Luc. 7:12); a la hija de Jairo (Luc. 8:42); a un muchacho endemoniado (Luc. 9:38); y a Isaac (Heb. 11:17).
14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria; gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.
18 Nadie ha visto jamás a Dios; el Unigénito Dios, el que está en el seno de su Padre, Él lo ha declarado.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que hasta dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna,
18 El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios,
9 El amor de Dios por nosotros es conocido en esto: en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que seamos salvos por medio de Él.
12 al acercarse a la puerta de la ciudad, miró que sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, y la acompañaba mucha gente de la ciudad.
42 porque tenía una hija única, de unos doce años, que se estaba muriendo. Mientras Jesús iba con él, la gran multitud lo apretujaba.
38 Y un varón de entre la multitud gritó, diciendo: ¡Maestro! ¡Te imploro que voltees hacia mí! Este es mi hijo único,
17 Por fe, Abraham ofreció a Isaac en su prueba, a su unigénito; ofreció sobre el altar al que había recibido por la promesa.
Una breve explicación ayudará a hacer claro este concepto.
Parece que los líderes de la iglesia en el siglo IV, en su confrontación con Arrio, conectaron de alguna manera la palabra genes con gennao, que significa engendrar, generar. De ahí viene nuestra palabra "unigénito"y en inglés "only be- gotten". Sin embargo, estudios cuidadosos han demostrado que la palabra viene de gínomai y no de gennao, lo cual significa único en su clase o género, que no hay otro como él, más bien que el único engendrado. Jerónimo, en su famosa traducción de la Biblia, La Vulgata Latina tradujo la palabra como unigénito, y así ha venido a las versiones latinas.
Una traducción más correcta de la palabra monogenés sería "hijo único", no hijo unigénito. La Biblia en francés rinde correctamente la palabra "son fils unique" como también algunas versiones en español. La Biblia de Jerusalén, por ejemplo, lo traduce como "hijo único", lo mismo que varias versiones en inglés.
Monogenés significa entonces único en su género, no hay otro como él, un solo ser que siendo Dios se hizo hombre, no hay otro semejante a él. Quisiéramos notar el uso de esta palabra en referencia a Isaac. Dice la Biblia que Isaac era el hijo "unigénito" de Abraham. Sabemos bien que no era el único engendrado por el patriarca. Abraham engendró hijos antes y después de engendrar a Isaac. Lo que el autor de Hechos está diciendo es que Isaac era único, que fue engendrado en forma desusada, cuando Sara normalmente no podía ya concebir; era el hijo de la promesa y como tal, era único, como ningún otro de los hijos de Abraham lo era.
Encarnación significa que Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios; por lo tanto, el Hijo de María fue monogenés, único, sin igual. Además de afirmar esta verdad, la Biblia nos da algunas ideas adicionales en cuanto a lo que esto significó.
Dijimos ya que aunque Jesús era Dios en carne humana, de alguna manera la gloria de su divinidad fue velada, ya que sus contemporáneos al verlo percibían tan sólo un hombre y según el profeta evangélico "no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos" (Isa. 53:2).
2 Creció ante Él como un infante, y como raíz de tierra seca, no tenía buena apariencia ni esplendor; lo miramos, y no tenía buen aspecto y lo negamos.
La Escritura nos habla de la condescendencia de Dios en venir a echar su suerte con los hombres. El apóstol Pablo al escribir a los corintios en relación a la generosidad cristiana, hizo una enorme afirmación en cuanto a Cristo: "Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos" (2 Cor. 8:9).
9 porque ustedes conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por causa de ustedes, para que en la pobreza de Él, ustedes fueran enriquecidos.
¿En qué consistió ese empobrecimiento? ¿En qué sentido la encarnación significó que Cristo se hizo pobre para poder enriquecernos a nosotros? Es posible que el pasaje bíblico que más detalladamente discute los alcances de la encarnación se encuentra en la epístola a los Filipenses.
7 sino que despojándose a sí mismo, tomó la semejanza de un siervo, y fue semejante a los hombres,
Pablo escribe que aunque Cristo Jesús era "igual a Dios", sin embargo "se despojó a sí mismo." La palabra aquí traducida despojó es ekenōsen, una palabra clave y discutida con renovado interés en círculos teológicos desde el siglo pasado. Viene del verbo kenoō, cuyo significado básico es "vaciar"'. Algunas versiones traducen la palabra en Filipenses 2:7 como "despojó", otras "anonadó"; en inglés normalmente lo hacen en forma más literal "He emptied himself' (se vació a sí mismo). La pregunta que naturalmente surge a esta altura es ¿de qué se despojó, de qué se vació Dios al hacerse hombre?
La popular nueva versión del Rey Jacobo en inglés, tiene al margen, como una lectura aclarativa de la frase "no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse", la expresión "He emptied Himself of His privileges" (se vació, o se despojó de sus privilegios). Cristo no se despojó de los atributos divinos, no podía hacerlo y seguir siendo Dios, sino que se despojó de los privilegios de actuar como Dios, de la gloria inherente a su persona.
En la oración sacerdotal Jesús ruega diciendo, "ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5). Obviamente, Cristo se había despojado de la gloria de la divinidad; eso estaba oculto a los ojos humanos, oculto bajo el velo de la humanidad; lo que era visible era la forma de siervo. El asumió voluntariamente una posición subordinada al Padre, lo cual incluía que él viviría en total dependencia del Padre.
5 Ahora pues, Padre mío, glorifícame junto a ti con la gloria que tenía a tu lado desde antes de que existiera el mundo.
La verdadera kenosis entonces. El significado del despojamiento de Cristo, no consistió en el abandono total o parcial de algunos de sus atributos, sino en la decisión voluntaria de no usarlos para su propio bien, de depender totalmente del Padre. Cristo era verdadero Dios y verdadero hombre; pero durante la encarnación vino a vivir básicamente como hombre, dejó el uso de los atributos divinos en las manos del Padre, y vivió en total dependencia, como nosotros debemos vivir. Pero nunca dejó de ser Dios.
Si Jesús no hubiera tenido en sí mismo el poder de convertir piedras en pan, la primera tentación en el desierto sería inexplicable. La sugerencia de Satanás fue una tentación real para Jesús porque él tenía el poder de realizar ese milagro, pero resolvió no hacerlo. Notamos en un capítulo anterior que Jesús no solamente poseía el poder de hacer milagros, sino que en ocasiones lo hizo dando evidencia de su divinidad.
CRISTO, UNIGÉNITO DEL PADRE
CRISTO, UNIGÉNITO DEL PADRE
Cristo como personaje único.
Cristo como personaje único.
Cristo, como personaje único, es en ciertos aspectos muy diferente de nosotros; en otros, es semejante; y en otros, igual a nosotros. En su misión como Redentor aceptamos:
1) Jesús es verdaderamente Dios.
2) Jesús es verdaderamente hombre.
3) “Tentado en todo... pero sin pecado”.
Jesús es verdaderamente Dios.
Jesús es verdaderamente Dios.
Tiene atributos divinos (omnisciencia, Col 2,3; omnipotencia, Mt 28,18; omnipresencia, Mt 18,20).
Las revelaciones de Yhwh en el AT, se aplican a Jesús en el NT (Redentor, Is 43,1.11; Hch 4,12; Primero y postrero, Is 44,6; Ap 1,17; 2,8; 22,13; la Roca, Dt 32,3–4; 1 Cor 10,4).
La divinidad de Jesús en el AT (Is 6,1–10 [cf. Jn 12,35–41]; 9,6; Miq 5,2).
La divinidad de Jesús en los evangelios (Lc 5,20; Jn 8,11.58; 10,33; 19,7; 20,28).
La divinidad de Jesús en las epístolas (Rom 9,5; Fil 2,6-7; Col 2,9; 1 Tim 3,16; Tit 2,13; Heb 1,8; 1 Jn 5,20).
Adorado como Dios (Mt 2,11; 14,33; 28,9; Jn 9,38).
Jesús es verdaderamente hombre.
Jesús es verdaderamente hombre.
En el NT se describe a Cristo como quien poseía los elementos esenciales de la naturaleza humana: carne y sangre (Heb 2,14; 1 Jn 4,2-3).
Tuvo una madre humana (Gál 4,4).
Cristo estuvo sujeto a las leyes normales del desarrollo humano (Lc. 2:52; cf. 2,40.46 y Heb 5,8).
Experimentó las deficiencias físicas que caracterizan a los seres humanos normales.
Tuvo hambre (Mt 4,2; 21,18).
Sed (Jn 4:7; 19:28).
Sueño (Mt 8,24).
Cansancio (Jn 4,6).
Declaraciones de Pablo (Fil 2:7; Rom 8:3; Heb 2:17).
“Tentado en todo... pero sin pecado”.
“Tentado en todo... pero sin pecado”.
Tenemos un sumo sacerdote sin pecado (Heb 4,15).
Santo, sin mancha y apartado de los pecadores (Heb 7,26).
El príncipe de este mundo no tuvo nada en él (Jn 14,30).
Fuimos rescatados “con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P 1,18-19).
Cristo “no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (1 P 2,22).
Cf. Ex 12,5; Lv 4,32; Is 53,9 y passim.
Conclusión
Conclusión
El hecho de que la Sagrada Escritura aluda a Jesús llamandolo el "unigenito" y el "primogenito", y el que se haga en ella referenda al día en que fue engendrado, no niega su naturaleza divina ni su existencia eterna.
El termino "unigenito" (Juan 1:14; 1:18; 3:16; 1 Juan 4:9) se deriva de la palabra griega monogenes. El uso biblico de monogenes revela que su significado abarca la idea de "único" o "especial", refiriendose de este modo a una relación especial y no a un acontecimiento cronológico. A Isaac, por ejemplo, se lo llama el "hijo único" de Abraham, aunque no era el tinico hijo del patriarca, ni siquiera su primogenito (Gen. 16:16; 21:1-21; 25:1-6). Isaac era un hijo especialisimo, unico en su género, destinado a convertirse en el sucesor de Abraham. "Cristo Jesus, el Dios preexistente, el divino Verbo, en su encarnación se convirtió en un sentido especialísimo en el Hijo de Dios, razón por la cual se lo designa monogenes', el tinico en su clase, absolutamente sin par en muchos aspectos de su ser y de su vida. Ningun otro hijo de la raza humana se mostro tan maduro, ni gozo de una relacion tan inigualable con la Deidad, ni llevó a cabo una obra como la que él realizó. De modo que el termino 'monogenes' describe una relación existente entre Dios el Padre y Jesucristo el Hijo como Personas separadas de la Deidad.